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Carta a la revista GQ

Carta de AEST a la revista GQ

Artículo publicado el 13 de julio de 2020

Queja de AEST ante un artículo descorazonador y humillante

 

La Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST) envió el pasado viernes, por correo electrónico, una carta de queja a la revista GQ tras leer un artículo que consideramos daña la dignidad y la imagen de los menores con altas capacidades y sus familias. Después de su envío observamos algunas modificaciones en el texto que agradecemos (como la eliminación de alguna frase entrecomillada en la carta o la inclusión de un párrafo final tratando de explicar algunos comentarios). Sin embargo, desde AEST seguimos pensando que la falta de información que se percibe, el tono burlesco en el que está escrito y algunos comentarios hacen mucho daño al colectivo y tiran por la borda el trabajo realizado durante décadas por miles de familias y asociaciones que luchan contra los mitos sociales que rodean las altas capacidades.

Sabemos que son muchos los padres que se han sentido dolidos y ridiculizados por algunos comentarios jocosos realizados desde la más absoluta desinformación por el autor de este artículo y no hemos podido, ni querido pasarlos por alto. De hecho, ante los numerosos comentarios procedentes de padres de niños con altas capacidades, el autor tuvo que responder públicamente a través de Twitter, asegurando que intentaría formarse, pero insistía en que había sido malinterpretado y el artículo sigue on-line.

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Os dejamos el texto íntegro enviado a la revista, mientras seguimos esperando una respuesta oficial del medio de comunicación o de su autor. Estamos seguros de que nunca se habría escrito un artículo como éste criticando a cualquier otro colectivo con necesidades específicas de aprendizaje. Todos juntos conseguiremos erradicar estas actitudes que tanto daño hacen al colectivo de las altas capacidades, en especial a nuestros niños:

Como muchas más familias a las que alude la publicación, siento la necesidad imperiosa de responder a las incorrecciones, falsedades e injurias a las que se refiere el autor de este artículo cuando habla de los menores con altas capacidades y sus padres. Opinar es totalmente lícito, pero es importante informarse antes de hacerlo.

Comenzaré respondiendo a lo que comenta sobre los test de inteligencia. Se equivoca. Estos test se actualizan a menudo y hay centenares de expertos que se dedican a ello. Por ejemplo, dentro de la misma escala de test de inteligencia, la escala de Wechsler, tenemos el WISC (1949), el WISC- R (1974), el WISC III (1991), el WISC IV (2003) y el WISC V (2014). Además, cuando se hace una evaluación de altas capacidades no solo se pasa un test de inteligencia, si no que se realiza una completísima valoración funcional que incluye aspectos psicométricos y una exhaustiva recogida de informaciones de padres, profesores, compañeros etc…  Efectivamente, esto se actualiza de forma continua porque la sociedad va cambiando y se dispone de nuevas informaciones e investigaciones. Por eso hay prestigiosos expertos en psicología y neurología actualizando estos test de forma continua.

Tampoco es correcto lo que dice de que los niños de hoy “a través de toda la estimulación que pueden recibir, se desarrollan más, pero, no, no son AACC”. Las altas capacidades han existido, existen y existirán siempre, no dependen de si un niño va o no a la guardería. Sería maravilloso que su razonamiento fuera cierto y se pudiera conseguir lo mismo de todos los alumnos simplemente aplicando una mayor estimulación cuando son pequeños. De esta forma tan sencilla habría usted solucionado la situación opuesta, es decir, la de aquellos menores que tienen una dotación intelectual por debajo de la media. Pero, desgraciadamente, la inteligencia no funciona así.

Su falta de respeto a las familias, a las que acusa de falsa humildad, y su burla a los menores diferentes, lo dice todo de usted. Por suerte, hay muchos docentes informados que no se quedaron anclados siglos atrás, con una gran sensibilidad, respeto a sus alumnos y amantes de su profesión, que disponen de la pedagogía educativa suficiente para atender las necesidades de educación específicas que tiene estos niños y que la ley les reconoce.

Es descorazonador para todos nosotros ver como alguien totalmente desinformado y desactualizado, que desconoce las numerosas investigaciones realizadas por psicólogos expertos de todo el mundo en las últimas décadas, vierte sus opiniones en un medio de comunicación, sin respaldo académico alguno y sin preocuparse del daño que hace. Este tipo de artículos tira por la borda el trabajo realizado por miles de familias y asociaciones que sufren continuamente las consecuencias de los mitos y prejuicios sociales que existen alrededor de los niños de altas capacidades y sus familias.

Todo el mundo puede opinar. Como dijo una vez el actor y director de cine Clint Eastwood, “las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno”. Sin embargo, para opinar en un medio de comunicación con la difusión que tiene la revista GQ debería hacer falta algo más que eso.

Carta de AEST a GQ JPG

 

Descarga el documento original en PDF enviado a la revista GQ por AESTQueja enviada a la revista GQ por AEST 100720

 

Para saber más:

 

FotografíaPixabay License

Imagen de Michal Jarmoluk.
Gratis para usos comerciales
No es necesario reconocimiento

 

Acerca del autor
Periodista y Experta Universitaria en Altas Capacidades y Desarrollo del Talento por la UNIR.

© Ana Díaz