La brizna de hierba

Un cuento de MERCEDES TRENADO para explicar a los niños de altas capacidades quiénes son

«Una vez ocurrió, que una semilla que era muy especial, se convirtió poco a poco y surgiendo de la tierra, en una brizna de hierba. Aquella hierbecilla vivía en el monte rodeada de muchas otras hierbas como ella. Pronto se dio cuenta de que no era como las demás, si las demás se conformaban con el rocío de la mañana para beber y refrescarse y apenas tenían unas pequeñas raíces que les permitían extraer alimento de la tierra, nuestra hierba ansiaba los días de lluvia. Por ello comenzó a desarrollar unas raíces gruesas, profundas, que sentían la necesidad de alimentarse y hacerlas crecer, manteniéndola tan en contacto con la tierra, con la vida, con el cosmos y el universo.

Nuestra pequeña hierba, se sentía mal porque no comprendía el porqué de sus diferencias y tuvo momentos de gran soledad y tristeza. Pero también tenía días muy felices, cuando la lluvia regaba la tierra, y las demás hierbas se sentían desbordadas por tanta agua, ella se sentía exultante. Siguiendo su instinto, alimentó sus raíces, y a medida que éstas crecían, crecía su tallo, hasta que un buen día, se dio cuenta de que su tallo se había convertido en un tronco y que de su tronco habían brotado ramas y de esas ramas salían hojas. Así la hierbecilla comprendió el porqué de sus diferencias: no era una simple brizna de césped, ¡era un árbol! De ahí su sed y su hambre insaciables y de ahí sus ansias de crecer y su fortaleza.

Por fin la hierba había crecido y desde la altura pudo contemplar a otros árboles como ella, y vio que algunos tenían flores y también vio que algunos tenían frutos y vio cómo de algunos de los otros que había colgaban columpios y otros daban sombra a los niños mientras jugaban, incluso vio que algunos albergaban entre sus ramas nidos con familias de aves. Entonces comprendió que él había nacido para hacer algo distinto, algo diferente a lo que es y hace una hierba común. Sólo entonces pudo, al fin, sentirse feliz por ser lo que era aun habiendo sido diferente.»

Mercedes Trenado

Cuento publicado inicialmente en la revista nº 21 de AEST “La Estación”. Pg 19.

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