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El Informe Marland

Artículo publicado el 24 de abril de 2016

¿Qué es el Informe Marland?

El Informe Marland es el documento que sienta por primera vez las bases para definir la superdotación y orientar a los legisladores y a los gobernantes para activar programas educativos de enriquecimiento destinados a los alumnos de altas capacidades intelectuales.

 

El Departamento de Educación de Estados Unidos sentó las bases para definir de forma coherente la superdotación, las altas capacidades intelectuales y el talento, gracias al informe Marland, remitido al Congreso de los EE.UU. en agosto de 1971. Antes ya había una extensa literatura sobre las altas capacidades, como el trabajo de la profesora Hollingworth (1926) o las teorías de DeHaan y Havinghurst (1957), entre otras, pero en realidad hay un antes y un después del informe Marland.

El informe, obra de Sidney P. Marland, comisionado de Educación del Gobierno del presidente Nixon, aseguraba que se podía considerar que una persona es superdotada cuando destaca académicamente, dentro de unos parámetros, o cuando alcanza el éxito o posee un potencial de habilidad en algún área concreta, como las artes, el pensamiento productivo o la capacidad de liderazgo, entre otras. El estudio consideraba que entre el 3 y el 5% de la población podía entrar dentro de esta definición de superdotación:

«Los niños superdotados y con talento son aquellos que han sido identificados por profesionales cualificados en virtud de sus habilidades destacadas y por su alto rendimiento. Estos niños requieren programas de educación diferenciada y servicios distintos de los proporcionados habitualmente en un centro ordinario, para que puedan aportar su contribución a sí mismos y a la sociedad. Los niños capaces de alto rendimiento incluyen aquellos con rendimiento demostrado o capacidad potencial en cualquiera de las áreas siguiente, por separado o combinadas:

1. Capacidad intelectual general.
2. Aptitud académica específica.
3. Pensamiento creativo o productivo.
4. Capacidad de liderazgo.
5. Artes visuales y manipulativas.
6. Capacidad psicomotriz.

Es presumible que la utilización de estos criterios para la identificación de los sujetos superdotados incluirá un mínimo del 3-5% de la población escolar».

 

Reconoce que la Superdotación no es una característica homogenea y admite distintos tipos de Talento

 

Años más tarde, el Departamento de Educación estadounidense modificó la definición eliminando la sexta categoría, relativa a la capacidad psicomotora, y otros autores matizaron sus afirmaciones posteriormente, como Renzulli (1978 y 1986) o Richert, Alvino y McDonel (1982), señalando las limitaciones o inconsistencias, como que algunas categorías se superponían, o que no incluía capacidades importantes, como las psicosociales. Pero como ya hemos mencionado, el informe Marland se puede considerar el punto de partida clave de la literatura científica sobre superdotación.

Pese a sus limitaciones, la definición del Departamento de Educación de EE.UU. a partir del informe Marland ha tenido unos efectos positivos durante décadas en los campos teórico y práctico sobre las altas capacidades intelectuales, porque lo más relevante del informe es que reconoce por primera vez que la superdotación no es una característica homogenea y admite que hay distintos tipos de talentos. También era la primera vez que se hacía una mención explícita a las necesidades educativas de estos alumnos.

 

PARA SABER MÁS

 

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